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Ático en calle Los Gases de 2 habitaciones y 1 baño, ubicado en Torrevieja. Una vivienda que reúne todo el encanto de vivir en la parte alta de un edificio, con esa sensación de privacidad, luz y libertad que solo ofrecen los últimos pisos, en una de las zonas más prácticas y demandadas de la ciudad. Vivir arriba del todo en Torrevieja Estar en un ático en Torrevieja es algo especial. No es solo una cuestión de altura, sino de cómo se vive el día a día cuando sabes que no tienes vecinos encima, que la luz entra de otra manera y que el cielo parece más cerca. Calle Los Gases es una zona muy conocida de la ciudad, rodeada de servicios, bien comunicada y con un ambiente vivido durante todo el año, lo que hace que este ático se sienta conectado con el pulso real de Torrevieja. Cada vez que sales a la calle, te encuentras con la esencia de una ciudad mediterránea que combina vecinos de toda la vida con personas de muchos países que han elegido este lugar por su clima y su calidad de vida. Vivir aquí significa levantarse y saber que en pocos minutos puedes estar tomando un café en una terraza cercana, haciendo la compra en un supermercado de la zona, acercándote al paseo marítimo o resolviendo cualquier gestión sin grandes desplazamientos. A la vez, llegar a casa y subir hasta el ático es como cerrar un círculo: dejas el movimiento abajo y, al entrar, recuperas silencio, intimidad y calma. Es un equilibrio perfecto entre estar en el centro de todo y, al mismo tiempo, tener tu propio refugio elevado. Un ático que se siente refugio Este ático no es solo una planta más; se siente como un pequeño mundo propio en la parte alta del edificio. Nada más cruzar la puerta, la sensación es distinta a la de una vivienda intermedia: hay más cielo, más luz, más sensación de estar en un espacio que se separa un poco del ruido del resto. Las dos habitaciones y el baño se integran en una distribución pensada para vivir cómodo, sin espacios desaprovechados, con una lógica que facilita el día a día. Las habitaciones permiten que la vivienda sea muy versátil. Puede ser el hogar perfecto para una pareja que quiere disponer de un dormitorio principal y una segunda habitación para invitados, despacho o vestidor; también para una pequeña familia que busca un lugar práctico y bien situado desde el que moverse a pie por Torrevieja. La segunda habitación aporta ese margen de flexibilidad que se agradece con el tiempo: hoy puede ser oficina, mañana cuarto de niño, pasado espacio creativo o zona de almacenaje extra si se necesita. El baño resuelve con facilidad las necesidades diarias, permitiendo rutinas ordenadas, mañanas sin caos y un uso cómodo tanto si se vive solo como acompañado. En conjunto, el ático transmite la sensación de vivienda funcional, pensada para aprovechar cada metro y, al mismo tiempo, dejar espacio para que cada uno la adapte a su estilo. Luz, cielo y sensación de amplitud Uno de los grandes encantos de un ático en una ciudad como Torrevieja es la relación directa con la luz. La posición en altura hace que la claridad natural tenga protagonismo prácticamente todo el día. Esa luminosidad cambia la forma en que se siente la vivienda: los espacios parecen más amplios, el ambiente es más alegre y el paso de las horas se nota en cómo la luz va recorriendo las estancias. La sensación de estar más cerca del cielo es real. Asomarse a las ventanas y ver tejados, cúpulas, fachadas y, en algunos puntos, el horizonte despejado, crea una conexión especial con el entorno. En días despejados, que en Torrevieja son la mayoría, el sol entra con fuerza, calentando el ambiente en invierno y llenando de vida las mañanas de cualquier estación. En días nublados, el ático mantiene una claridad suave que invita al recogimiento, a la lectura, al descanso. Esa combinación de luz y altura hace que la vivienda tenga una energía muy particular. Es fácil imaginar domingos tranquilos en los que apenas se sale de casa, pero en los que no se echa en falta nada: se